viernes, 29 de mayo de 2015

La guerra contra el colesterol y las grasas saturadas – 1.parte




Más de 50 años nos enseñaron que debemos temer a las grasas saturadas y el colesterol. La promesa era que íbamos a liberarnos de problemas de corazón, a lo contrario nos dio muchas sorpresas más, como por ejemplo irritabilidad, agresión, hiperactividad, depresión, autismo, … e inclinaciones suicidas. ¿Les gustaría saber como es esto posible y que tiene que ver con las grasas?

Menos grasas, menos carnes rojas, carne sin grasa, menos huevos, menos mantequilla, menos aceite de coco, menos productos lácteos enteros fueron sinónimo de la vida sana en los últimos 50 años. Pero la mortalidad por las enfermedades cardiacas no baja. Lo curioso y muy probable es que les de la hemorragia cerebral por bajar el colesterol. Como colmo, también se observa el crecimiento de los problemas psíquicos. ¿A qué se debe?
Como se muestra, la guerra contra las grasas saturadas y el colesterol no es el camino hacía una vida larga. Las investigaciones demuestran que el camino opuesto es aún mejor. Veamos dos motivos porque la lucha contra las grasas saturadas y el colesterol pueden tener influencias negativas en nuestra salud mental y psíquica. 

DEMASIADOS CARBOHIDRATOS SIMPLES 
Por las recomendaciones de no ingerir el colesterol y las grasas saturadas, muchos empezaron a rechazar todo tipo de grasas. Lo que en general significa que cambiaron las grasas con los carbohidratos. Exceso de carbohidratos, especialmente los simples como es azúcar blanca, harina blanca y sus productos, tienen una influencia negativa en la salud general y mental.