Esa que simplemente es agua y que parece lo mas normal
del mundo, esa que todo el mundo conoce como una molécula tan simple
como H 2 O, esa que tenemos en nuestras casas, esa que es como omnipresente,
esa, es la gran desconocida y la cenicienta de nuestra casa y de
nuestro planeta.
El ser humano, el mayor depredador del mundo, se encuentra
ante el agua y comienza a descubrir la gran dependencia que de ella
tiene, que la ha estado utilizando como estercolero y depuradora
de todas sus inmundicias, que la ha pretendido transformar, manipular,
poseer, y manejar sin darse cuenta de que es un ser vivo, su más
preciado bien, la base primordial de su existencia, y fundamental
para su supervivencia. Después de haberla ensuciado hasta casi la
saturación, empieza a surgir la necesidad de ocuparse de
ella, cuidarla, mimarla y respetarla y si me apuran un poco,
hasta pedirle perdón, lo cual, seria un buen ejercicio de humildad
ya que sin ella no somos nada, perderíamos como mínimo el 70% de
nuestro organismo.
De la conciencia que tenían nuestros antepasados sobre
el agua poco queda. Aquella parte reverencial, mística, respetuosa
y limpiadora de cuerpo y alma ha quedado todo reducido a un simple
H 2 O, la formula química más conocida del mundo.
Pero tenemos que empezar a darnos cuenta de que la relación
que mantenemos con Ella, no solamente es personal, es " trascendental
". De Ella depende la vida en el planeta. El ciclo
circulatorio-sanador-vivificador que realiza en este planeta lo
hemos interferido y hoy, los ríos, lagos, pantanos, aguas subterráneas,
lluvias y mares están envenenados, sin darnos cuenta de que este
elemento es la condición previa para cualquier forma de vida. Es
la sustancia más importante no solo cuantitativamente sino cualitativamente.
Es la sangre de un ser vivo (Gaia) que si enferma, lo harán también
todos los seres vivos que hay en este planeta.
Acerquémonos a Ella para contemplarla e indagar en algunas
de sus múltiples facetas, como si nos acercásemos a nosotros mismos,
pues es parte fundamental de lo que somos y donde nos movemos.
La podemos contemplar desde tantos aspectos diferentes
como la misma vida, ya que es vida líquida, es el aire para los
peces y para nosotros la vida. Acerquémonos a ella y mirémosla de
una forma ordenada, pero ya que tiene tanta afinidad con nuestro
ser, o mejor dicho, somos tan afines a Ella que haremos el intento
de estudiarla bajo la idea de un ser vivo que tuviese un cuerpo
físico o denso, un cuerpo energético o pránico, uno emocional, el
mental y si alcanzamos, hasta uno búdico que seria el más cercano
y reflejo de la divinidad o energía primigenia. Acerquémonos a sus
estructuras biológicas culturales y espirituales, o al aspecto ecológico,
económico, político, global o metafísico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario