viernes, 20 de marzo de 2015

Simplemente agua

Esa que simplemente es agua y que parece lo mas normal del mundo, esa que todo el mundo conoce como una molécula tan simple como H 2 O, esa que tenemos en nuestras casas, esa que es como omnipresente, esa, es la gran desconocida y la cenicienta de nuestra casa y de nuestro planeta.
El ser humano, el mayor depredador del mundo, se encuentra ante el agua y comienza a descubrir la gran dependencia que de ella tiene, que la ha estado utilizando como estercolero y depuradora de todas sus inmundicias, que la ha pretendido transformar, manipular, poseer, y manejar sin darse cuenta de que es un ser vivo, su más preciado bien, la base primordial de su existencia, y fundamental para su supervivencia. Después de haberla ensuciado hasta casi la saturación, empieza a surgir la necesidad de   ocuparse de ella, cuidarla, mimarla y respetarla   y si me apuran un poco, hasta pedirle perdón, lo cual, seria un buen ejercicio de humildad ya que sin ella no somos nada, perderíamos como mínimo el 70% de nuestro organismo.
De la conciencia que tenían nuestros antepasados sobre el agua poco queda. Aquella parte reverencial, mística, respetuosa y limpiadora de cuerpo y alma ha quedado todo reducido a un simple H 2 O, la formula química más conocida del mundo.
Pero tenemos que empezar a darnos cuenta de que la relación que mantenemos con Ella, no solamente es personal, es " trascendental ".   De Ella depende la vida en el planeta.   El ciclo circulatorio-sanador-vivificador que realiza en este planeta lo hemos interferido y hoy, los ríos, lagos, pantanos, aguas subterráneas, lluvias y mares están envenenados, sin darnos cuenta de que este elemento es la condición previa para cualquier forma de vida. Es la sustancia más importante no solo cuantitativamente sino cualitativamente. Es la sangre de un ser vivo (Gaia) que si enferma, lo harán también todos los seres vivos que hay en este planeta.
Acerquémonos a Ella para contemplarla e indagar en algunas de sus múltiples facetas, como si nos acercásemos a nosotros mismos, pues es parte fundamental de lo que somos y donde nos movemos.
La podemos contemplar desde tantos aspectos diferentes como la misma vida, ya que es vida líquida, es el aire para los peces y para nosotros la vida. Acerquémonos a ella y mirémosla de una forma ordenada, pero ya que tiene tanta afinidad con nuestro ser, o mejor dicho, somos tan afines a Ella que haremos el intento de estudiarla bajo la idea de un ser vivo que tuviese un cuerpo físico o denso, un cuerpo energético o pránico, uno emocional, el mental y si alcanzamos, hasta uno búdico que seria el más cercano y reflejo de la divinidad o energía primigenia. Acerquémonos a sus estructuras biológicas culturales y espirituales, o al aspecto ecológico, económico, político, global o metafísico. 

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