martes, 14 de mayo de 2013

¿Sabías la importancia del moco nasal?

El moco constituye una barreara permeable entre la mucosa y el aire inspirado y es el centro de todos sus intercambios metabólicos. Desempeña un papel importantísimo en la fisiología nasal por sus propiedades físico-químicas y biológicas, constituyendo junto con los cilios el sistema mucociliar de defensa. En ausencia de moco, o un equivalente, los cilios no pueden transportar material alguno, por tanto en ausencia de moco el sistema falla.
   El tapiz mucoso está compuesto fundamentalmente de agua y moco. El moco es un material viscoelástico secretado por las cc caliciformes y las glándulas mucosas. El agua proviene de las glándulas serosas por secreción y de las cc epiteliales por trasudación, pero también se acumula por la condensación del vapor del agua del aire inspirado.
   La secreción nasal se denomina rinorrea y será un síntoma común de casi toda la patología nasal. La rinorrea procede de las glándulas de la mucosa nasal y del trasudado del suero sanguíneo.
     
          
    FUNCIONES.
   La función fisiológica de la secreción nasal es:
 
   -   Humidificación del aire inspirado a su paso por las fosas y el mantenimiento de la humedad necesaria para el buen funcionamiento de los cilios. Ahora bien, la principal fuente para la humidificación del aire inspirado  reside en la red subepitelial de capilares fenestrados. El moco previene la deshidratación de las superficies celulares.
 
   -   Calentamiento del aire inspirado. Ofrece una regulación térmica general, ya que el proceso de evaporación, que calienta el aire inspirado, provoca a su vez el enfriamiento de la sangre presente en los numerosos elementos vasculares de la mucosa nasal, lo que contribuye a regular la temperatura del cuerpo.
 
   -   Filtrado del aire inspirado. El aclaramiento del árbol traqueobronquial es fundamental para tener una buena salud y esta función comienza en la nariz. en la nariz esta función ser realiza reteniendo las partículas de polvo, bacterias, etcétera, que son arrastradas hacia la faringe por los cilios vibrátiles de la mucosa nasal. La mayor parte de las particular que penetran con el aire inspirado y miden más de una micra de diámetro se depositan en la nariz. Gracias al normal funcionamiento del sistema mucociliar se consigue una superficie húmeda y relativamente limpia de toda la mucosa respiratoria depurando el aire inspirado. La eficiencia del sistema mucociliar para esta función depende de una adecuada y coordinada batida ciliar y de la naturaleza de los fluidos que cubren su superficie. Cuando esta función no puede ser ejercida por deterioro de este sistema es suplida en parte por los macrófagos alveolares, la tos y los estornudos.
 
   - Acción bateriostática o bactericida: se ha demostrado un cierto poder bacteriostático o bactericida de la secreción nasal, al comprobar que las bacterias son muy numerosas en el vestíbulo nasal y desaparecen casi completamente a nivel coanal. Frente a los virus tiene reacciones de atrapamiento, ya que las glicoproteínas contienen ácido siálico que atrapa las hemaglutininas de los virus influenzae A.
   Las secreciones mucosas tienen además otra función frente a la infección que consiste en el atrapamiento de los gérmenes, lo que permite la respuesta inmunológica del huesped, la fagocitosis y la acción del sistema mucociliar. 
 
   - Tiene además un función protectora del epitelio frente a las bajas temperaturas y la baja humedad.   

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